Tormentas y Huracanes

Tormentas y Huracanes



Tormentas y Huracanes




Las tormentas son uno de los fenómenos atmosféricos más espectaculares, y a
veces pueden llegar a ser muy virulentas. Estos fenómenos se producen por los
cumulunimbus, nubes que se desarrollan cuando la atmósfera está inestable. Se
entiende por atmósfera inestable aquella situación en la que se producen
importantes movimientos del aire en sentido vertical. Esto pasa cuando el aire
es más frío de lo habitual en la parte más alta de la troposfera, lo que suele
ocurrir cuando pasa un frente frío o bien en situaciones de bajas presiones.


La formación de la tormenta se desarrolla según el siguiente proceso:
-El calentamiento de la tierra origina una corriente de aire ascendente. Este
aire se enfría progresivamente hasta condensarse con la consiguiente formación
de pequeños cumulus.
- A diferencia de las situaciones de buen tiempo, la corriente ascendente no
se para y la nube crece rápidamente en sentido vertical.


-El cumulus continúa creciendo en sentido vertical y está a punto de
convertirse en una nube de tormenta. Cuando alcanza la isoterma de los ºC, las
cargas eléctricas que se han ido generando comienzan a ordenarse dentro de la
nube. La parte superior será positiva y la inferior negativa. Además, se
comienzan a formar dentro de la nube grandes gotas o partículas de granizo. La
fuerte corriente ascendente los mantiene en suspensión.
-El cumulus se ha transformado ya en un cumulunimbus que puede llegar a tener
hasta 10 km de altura. En su parte superior la temperatura puede ser muy baja
(-20ºC o -30ºC). Esto favorece una intensa sobresaturación del aire que origina
una gran cantidad de gotas de lluvia o de granizo, algunas de las cuales caeran
en forma de precipitación.


-La nube de tormenta se desgasta al desaparecer la corriente ascendente que
la alimentaba. La tierra ya se ha enfriado y fuertes corrientes descendentes de
viento provocan chubascos de gran intensidad que acaban por deshacer la nube. La
tormenta ha acabado y algunas capas de cirrus o cirroestratus serán los únicos
restos de este extraordinario fenómeno de la naturaleza.
Las tormentas formadas por convección o por un frente frío suelen tener una
duración corta ya que, como hemos visto, cuando la tierra se enfría la tormenta
se acaba.
Las depresiones también pueden formar tormentas cuya duración suele ser más
larga ya que se acostumbran a formar numerosos cumulunimbus.
En las zonas del litoral también se producen formaciones de tormentas que
pueden llegar a ser muy virulentas ya que las corrientes ascendentes tardan
mucho en pararse porque el agua del mar se enfría muy lentamente. Y eso hace que
se formen nubes de tormenta durante varias horas.
Uno de los hechos más característicos de las tormentas es el acompañamiento a
las mismas de fenómenos eléctricos: rayos, relámpagos y truenos.


Durante el transcurso de una tormenta se favorece la formación de iones
particulares que contine la atmósfera. Los iones positivos en la parte alta y
los negativos en la parte baja de la nube. Además, la tierra también se carga de
iones positivos. Todo ello genera una diferencia de potencial de millones de
voltios que acaban originando fuertes descargas eléctricas entre distintos
puntos de una misma nube, entre nubes distintas o entre la nube y la tierra: a
dicha descarga eléctrica la denominamos rayo. El relámpago es el fenómeno
luminoso asociado a un rayo, aunque también suele darse este nombre a las
descargas eléctricas producidas entre las nubes.
El calor producido por la descarga
eléctrica calienta el aire y lo expande bruscamente y después se contrae al
enfriarse, dando lugar a ondas de presión que se propagan como ondas sonoras.
Estas ondas sonoras que se propagan a la velocidad del sonido (300 m/s) son el
denominado trueno.
Puede determinarse, de una forma aproximada, la distancia en metros a la que
se produce la descarga eléctrica, para ello se multiplica por 300 los segundos
transcurridos entre el momento de producirse el rayo y el momento que oímos el
trueno.







Ciclones tropicales: Huracanes


El término “huracán” tiene su origen en el nombre que los indios mayas y
caribes daban al dios de las tormentas, pero este mismo fenómeno meteorológico
es conocido en la India con el nombre de “ciclón”, en las Filipinas se le
denomina “baguio”, en el oeste del Pacífico norte se le llama “tifón”, y en
Australia “Willy-Willy”. Estos términos identifican un mismo fenómeno
meteorológico.




En forma sencilla, un huracán es un viento muy fuerte que se origina en el
mar, que gira en forma de remolino acarreando humedad en enormes cantidades, y
que al tocar áreas pobladas, generalmente causa daños importantes o incluso
desastres.

Características principales

Los ciclones tropicales constituyen una clase especial de grandes sistemas de
vientos en rotación y poseen características únicas de circulación,
completamente distintas de los sistemas ciclónicos típicos de latitudes medias y
de los tornados de escala menor, de las trombas marinas y de los remolinos de
polvo.
Los ciclones se forman y se intensifican cuando están situados sobre océanos
tropicales o subtropicales en ambos hemisferios, en donde la fuerza de rotación
de la tierra (Coriolis) es suficientemente fuerte para que se inicie el
movimiento de rotación alrededor del centro de baja presión y cuyas temperaturas
de agua a nivel de la superficie son de 27° C o más cálidas. Las regiones
matrices no son estables en cuanto a su ubicación, ya que ésta obedece a la
posición de los centros de máximo calentamiento marítimo, los que a su vez están
influidos por las corrientes frías de California y la contracorriente cálida
ecuatorial en el océano Pacífico, así como por la deriva de las ramificaciones
de la corriente cálida del “Gulf Stream”. Además, no se mantienen por sí mismos
sobre tierra, independientemente de la temperatura superficial.

Tienen un núcleo central cálido, se desarrollan en entornos de débiles
cortantes del viento vertical y su parte central se inclina sólo
ligeramente.


Los vientos más fuertes se dan en los niveles bajos, donde el contacto con la
superficie terrestre origina una fuerte disipación por rozamiento. Esta
disipación aumenta con la potencia de orden dos de la velocidad del viento y por
esta razón los ciclones tropicales pueden ser muy destructivos.
Definición de ciclón tropical

Es el nombre genérico que se le da al viento huracanado que se traslada
girando a gran velocidad, donde la presión disminuye en su interior y adquiere
una circulación rotacional organizada en el sentido contrario a las manecillas
del reloj en el hemisferio norte, y en el sentido opuesto en el hemisferio
sur.

La evolución de un ciclón tropical puede ser dividida en las cuatro etapas
siguientes:



1. Nacimiento (depresión tropical). Primero se forma una depresión
atmosférica, que se caracteriza porque el viento empieza a aumentar en
superficie con una velocidad máxima (media en un minuto) de 62 km/h o menos; las
nubes comienzan a organizarse y la presión desciende hasta cerca de las 1000 hpa
(hectopascales).

2. Desarrollo (tormenta tropical). La depresión tropical crece o se
desarrolla y adquiere la característica de tormenta tropical, lo que significa
que el viento continúa aumentando a una velocidad máxima de entre 63 y 117 km/h
inclusive, las nubes se distribuyen en forma de espiral y empieza a formarse un
ojo pequeño, casi siempre en forma circular, y la presión se reduce a menos de
1000 hpa.

En esta fase es cuando recibe un nombre correspondiente a una lista formulada
por la Organización Meteorológica Mundial (Comité de Huracanes). Antiguamente,
cada ciclón se denominaba con el nombre del santo del día en que se había
formado o había sido observado. Durante la Segunda Guerra Mundial se usó un
código en orden alfabético para facilitar la rapidez de la transmisión con
abreviaturas, (Abbler, Baker, Charlie, etc.); posteriormente, en 1953 el
Servicio Meteorológico de los EUA adoptó el uso de nombres de mujer de esas
abreviaturas en orden alfabético y en 1978, a solicitud de un movimiento
feminista de los EUA, fueron también incluidos en esas listas nombres de hombre
en los idiomas español, francés e inglés. Cabe aclarar que si un ciclón ocasiona
un impacto social y económico importante a un país, el nombre de este ciclón no
volverá aparecer en la lista.


3. Madurez (huracán). Se intensifica la tormenta tropical y adquiere la
característica de Huracán, es decir, el viento alcanza el máximo de la
velocidad, pudiendo llegar a 370 km/h, y el área nubosa se expande obteniendo su
máxima extensión entre los 500 y 900 km de diámetro, produciendo intensas
precipitaciones. El ojo del huracán cuyo diámetro varía entre 24 a 40 km, es una
área de calma libre de nubes. La intensidad del ciclón en esta etapa de madurez
se gradúa por medio de la escala de Saffir-Simpson.

4. Disipación (fase final). Este inmenso remolino es mantenido y nutrido por
el cálido océano hasta que se adentra en aguas más frías o hasta que entra a
tierra firme, situación ésta última en la que el ciclón pierde rápidamente su
energía y empieza a disolverse debido a la fricción que causa su traslación
sobre el terreno.
Clasificación

Los huracanes se clasifican de acuerdo a la siguiente escala:

Escala de huracanes Saffir/Simpson*



Categoría

Vientos en km/h

uno

119-153

dos

154-177

tres

178-209

cuatro

210-249

cinco

mayor de 250

* Esta escala se basa en la intensidad actual de los huracanes y es utilizada
en los países de América del Norte, el Caribe, Centro América y el norte de
Sudamérica.


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