Glaciaciones

Glaciaciones






La existencia de períodos glaciales (glaciaciones) fue
sugerida por primera vez en 1837 por el biólogo suizo-norteamericano Louis
Agassiz. Obtuvo datos geológicos que indicaban que las glaciaciones de
los Alpes se habían expandido en el pasado a las tierras bajas que los
circundaban. Esto lo llevó a sugerir que, en un tiempo geológico no muy lejano,
el clima habría sido mucho más frío que el actual.
Ciclos de Milankovitch
 
Entre las décadas de 1920 y 1930, el astrónomo yugoslavo
Milutin Milankovitch calculó las variaciones en la cantidad de
radiación solar que recibe la Tierra debidas a cambios en los movimientos de
traslación y de rotación del planeta, y propuso un mecanismo astronómico para
explicar los ciclos glaciales basado en tres factores.





El primer factor es la inclinación del eje de rotación terrestre. Al aumentar su ángulo, las
estaciones resultan más extremas en ambos hemisferios (veranos más cálidos e
inviernos más fríos). Actualmente, el eje de la Tierra está desviado 23,44
grados con respecto a la vertical; esta desviación fluctúa entre 21,5 y 24,5
grados a lo largo de un periodo de 41.000 años.


Un segundo factor que acentúa las variaciones entre las
estaciones es la forma de la órbita terrestre. Con un período de,
aproximadamente, 100.000 años, la órbita se alarga y acorta, lo que provoca que
su elipse sea más excéntrica y luego retorne a una forma más circular. La
excentricidad de la órbita terrestre varía desde el 0,5%, correspondiente
a una órbita prácticamente circular; al 6% en su máxima elongación. Cuando se
alcanza la excentricidad máxima, se intensifican las estaciones en un hemisferio
y se moderan en el otro.




El tercer factor es la precesión o bamboleo del
eje de rotación de la Tierra, que describe una circunferencia completa,
aproximadamente, cada 23.000 años. La precesión determina si el verano en un
hemisferio dado cae en un punto de la órbita cercano o lejano al Sol.


El resultado de esto es el refuerzo de las estaciones, cuando la máxima inclinación
del eje terrestre coincide con la máxima distancia al Sol. Cuando esos dos
factores tienen el mismo efecto en uno de los hemisferios, se tienen efectos
contrarios entre si en el hemisferio opuesto.



Milankovitch, además, incorporó una idea del climatólogo
alemán Wladimir Köppen en la teoría astronómica. Esta fue la sugerencia de que
la causa inmediata de una glaciación se debe a la reducción de la irradiación
solar en verano, con la consiguiente disminución de la fusión de los hielos
formados en el invierno, y no a una sucesión de inviernos rigurosos, como
pensaba Croll. Los ciclos predichos por la teoría de Milankovitch fueron
confirmados, experimentalmente, por Cesare Emiliani en la década de 1960.


Este investigador utilizó el oxígeno presente en el
carbonato de calcio de los caparazones de microfósiles del fondo oceánico para
calcular las temperaturas del último millón de años de la vida de la Tierra,
midiendo la abundancia de los distintos isótopos del oxigeno

Ciclos de actividad solar
En dos publicaciones aparecidas en 1887 y 1889, el
astrónomo alemán Gustav Spoerer llamó la atención sobre un período de 70 años,
que finalizó aproximadamente en 1716, en el cual hubo una interrupción de los
ciclos de manchas solares.


En 1894, Walter Maunder, superintendente de la
División Solar del Observatorio Real de Greenwich, realizó una paciente búsqueda
de antiguos registros astronómicos que le permitieron confirmar la conclusión a
la que había llegado Spoerer. En reconocimiento al esfuerzo que realizó Maunder
durante toda su vida por establecer la realidad del período de déficit de
manchas solares, a éste se lo conoce actualmente como el Mínimo de Maunder. Se
estima que durante este período, conocido también como la Pequeña Edad de Hielo,
las temperaturas eran unos 0,5 grados menores que el promedio en los últimos
tres siglos.


Las variaciones climáticas están determinadas, además de
por factores astronómicos, por fluctuaciones de la concentración en el aire de
gases responsables del efecto invernadero, la actividad volcánica, cambios en
las corrientes oceánicas y en la configuración de los continentes.






La última glaciación

Comenzó hace unos 100.000 años y alcanzó su máximo hace 18.000 años, para
retroceder 8.000 años después. Durante ese período las grandes masas de hielo
llegaron a tener un grosor de 3.500 a 4.000 metros, cubriendo un tercio de las
tierras emergidas, lo que supuso 3 veces más de su extensión actual.

Se dio simultáneamente en
los dos hemisferios, aunque las mayores extensiones las alcanzó en el Hemisferio
Norte: En Europa el hielo avanzó hasta cubrir casi toda la isla de Gran Bretaña,
norte de Alemania y Polonia, y en Norteamérica, el manto de hielo que bajaba del
Polo Norte, sepultó todo Canadá y alcanzó hasta más al sur de los actuales lagos
estadounidenses que, como los patagónicos y los alpinos, se formaron sobre las
hondonadas que dejaron libres las masas glaciares que acababan de
retirarse.

El nivel del mar bajó
entonces 120m, resultando de ello grandes extensiones hoy cubiertas por las
aguas marinas, eran entonces tierra firme, dato a tener muy en cuenta cuando se
piensa en las grandes migraciones humanas y animales que signaron aquellas
épocas. Gracias a ello se pudo pasar a pie desde Siberia hasta Alaska
-comenzando así el poblamiento americano- y de Europa a Inglaterra, entre otros
ejemplos.









Las grandes masas de hielo
llegaron a tener un grosor de 3.500 a 4.000 metros, cubriendo un tercio de las
tierras emergidas.
En el apogeo de la
glaciación, la disminución de la temperatura media varió ostensiblemente en
diferentes lugares del globo: diez grados menos en Alaska, seis en Inglaterra,
dos en los Trópicos, y prácticamente sin variación en el Ecuador. Se ha
calculado que si los glaciares se derritieran hoy, el nivel del mar subiría
entre 60 y 70 metros inundando enormes extensiones de terrenos costeros y varias
de las principales ciudades del mundo.

Los avances y retiradas de
los hielos, estando en relación con los sucesivos enfriamientos de la tierra, se
vio entonces en la glaciología como una herramienta para descubrir el clima de
la tierra en épocas pasadas y en diferentes lugares del globo, herramienta que
hoy siguen utilizando los científicos que estudian los casquetes polares de la
Antártida y Groenlandia en el afán de develar el pasado climático del planeta.
Estudios hechos al final del siglo pasado en Norteamérica y Europa, escenarios
de las grandes glaciaciones del Pleistoceno, dieron idénticas edades para las
grandes glaciaciones de esta era geológica que comprende aproximadamente los
últimos 2 millones de años.










Existen evidencias, principalmente geológicas, de
glaciaciones a principios del Proterozoico (unos 2200 millones de años atrás en
lo que hoy es Canadá) y a fines del mismo, unos 700 a 800 millones antes del
presente, que afectó a varios continentes. Hay pruebas en Sudamérica
glaciaciones que ocurrieron a fines del Devónico y durante el Carbonífero,
períodos de la Era Paleozoica que se extendieron desde hace 410 a 355 millones
de años y desde 355 a 290 millones de años respectivamente.




Glaciación. Durante el Período Pleistoceno (que comenzó hace un millón de años y duró
hasta hace 25 mil años, aproximadamente), grandes extensiones de tierra se
cubrieron con una inmensa capa de hielo, fenómeno que recibe el nombre de
glaciación.


En algunos periodos el clima se hizo más cálido y el tamaño de las capas de
hielo se redujo. Estos periodos se conocen como interglaciaciones.


La glaciaciones en Europa fueron cuatro y reciben los nombres de Günz (la más
antigua), Mindel, Riss y Würm. En América, las glaciaciones se denominan
Nebraska, Kansas, Illinois y Wisconsin.

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