Ictiosaurio

Ictiosaurio


Los
ictiosaurios han sido los reptiles mejor adaptados al medio acuático,
de ahí su nombre Ichthyosaurus que significa “reptil
pez”. Los ejemplares más grandes hallados llegaban
a medir más de 7 metros y los más pequeños
eran menores que una persona. Los ictiosaurios se alimentaban
principalmente de cefalópodos y peces; esto se sabe gracias
a que se han hallado fósiles con los restos de su última
comida en la caja torácica. Sus crías nacían
vivas en el agua.

El
ictiosaurio más antiguo conocido es Utatsaurus, procedente
rocas triásicas de Japón. De antigüedad similar
son los restos de Chaohusaurus, también de Asia. La apariencia
de ambos ejemplares es la de reptiles con aletas.

Los
ictiosaurios más avanzados muestran aletas con huesos más
cortos y anchos que los de las manos del resto de reptiles, y
forman un conjunto sólido, sin piel entre los dedos similar
a las aletas de los actuales cetáceos, leones marinos o
tortugas.

Aparte
de su dieta de cefalópodos, hay otras características
que indican que los ictiosaurios buceaban hasta zonas muy profundas:
adoptaron un cuerpo más grueso, lo que a su vez provocó
un aumento en el número de vértebras, que, para
soportar el peso del cuerpo, también eran más gruesas.
El cuerpo se volvió mas rígido. Mientras que los
ictiosaurios asiáticos primitivos nadaban ondulando todo
su cuerpo, los posteriores sólo movían la cola.
El mayor volumen corporal también conlleva un mayor almacenamiento
de oxígeno. Los ictiosaurios primitivos no se alejaban
mucho de la costa, en cambio, los más avanzados podían
contener la respiración durante más de 20 minutos
y así, llegaban a hacer inmersiones de hasta 600 m, puede
que incluso el doble. Otro indicio de que frecuentaban aguas profundas
es el gran tamaño de sus ojos, los más grandes proporcionalmente
de todos los animales que hayan existido.

Su
extinción pudo quizá ser debida a la aparición
de los modernos tiburones, aunque es un hecho que no se puede
confirmar.


Stenopterygius.
Cymbospondylus


Ictiosaurio
del Triásico, tenía aún las extremidades
largas, el cráneo corto y la cola pequeña, herencia
de sus antepasados terrestres.

Mixosaurus

“Reptil
mixto”. Ictiosaurio primitivo que vivió en el Triásico
superior. Ya presenta las características principales de
los ictiosaurios. Las patas ya se han convertido en aletas, sus
ojos son muy grandes y la cola, aunque no ha llegado al nivel de
desarrollo que alcanzarían especies posteriores, ya presenta
características propias del medio acuático.
Temnodontosaurus


“Reptil
de dientes cortantes”. Ictiosaurio del Jurásico inferior.
Fue una de las especies más grandes, llegando a los 9 metros
de longitud. En general era características similares a
Mixosaurus, pero presentaba algunas variaciones: tenía
un mayor número de dientes, ojos más grandes de
hasta 26 cm, una aleta dorsal que le daba mayor estabilidad y
la cola se asemejaba más a la de un pez, presentando ya
la configuración típica de los ictiosaurios posteriores,
con las últimas vértebras de la cola curvadas hacia
abajo y formando una paleta para mejorar la propulsión.

Ichthyosaurus

“Reptil
pez “. Especie del Jurásico inferior europeo, de 2m
de longitud, mucho más hidrodinámico que sus antecesores.
Tenía la aleta dorsal más grande, sus extremidades
eran anchas, formando paletas, y su craneo era más largo
y afilado. Se han encontrado cientos de esqueletos en Inglaterra
y Alemania, algunos incluso con restos de su pigmentación,
por lo que es el animal mesozoico mejor conocido.
Ophthalmosaurus


“Reptil
ojo”. Vivió durante el Jurásico superior. Su
cola era más ancha y sus ojos eran extraordinariamente
grandes, llegando a medir 23 cm, siendo, en proporción
a su cuerpo, los más grandes conocidos en un animal. Las
extremidades posteriores se habían reducido enormemente
y carecía de dientes.

 

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