El Origen del Universo

El Origen del Universo



El origen del Universo



Los científicos se han proyectado más y más hacia atrás en el tiempo para
investigar el origen de la tierra y ahora incluso el origen del universo en su
totalidad. Para Aristóteles el universo era eterno, sin principio ni fin. En
nuestros propios días, el astrónomo Fred Hoyle se ha pronunciado en términos
semejantes para tratar de evitar lo que él denomina “condiciones iniciales
arbitrarias”. Aunque la idea de un universo eterno ha satisfecho a muchos
pensadores, los descubrimientos modernos la han hecho de más difícil aceptación.
Hoy en día la mejor evidencia científica de que se dispone apunta a un principio
real, no sólo de la materia y la energía, sino también del tiempo y del
espacio.


Entre 1925 y 1930 Hubble y Humason midieron las velocidades y distancias
recesionales de un número de galaxias suficiente para demostrar que se alejan de
nosotros a velocidades proporcionales a su distancia de nuestra
galaxia. Si todas las galaxias se alejan de nosotros, y unas respecto de
otras, es que el universo en su totalidad debe estar expandiéndose. Podemos
visualizar dicho efecto de manera algo imperfecta observando lo que sucede al
hinchar un globo en cuya superficie hemos dibujado una serie de manchas. (Con
mayor precisión, los astrofísicos hablan de que nuestro universo se expande en
un “espacio-tiempo” de cuatro dimensiones).


Si imaginamos que retrocedemos en el tiempo descubriremos que las galaxias se
hallaban más próximas entre sí que ahora. Cuanto más atrás en el tiempo, más
cerca estarán unas de otras, de manera que es posible imaginar un instante en
cual todas las galaxias se encontraban comprimidas en un volumen muy pequeño.
Las ecuaciones de la teoría de la relatividad se han verificado
experimentalmente con suficiente precisión para describir el comportamiento del
universo y establecen que la compresión podría hacerse tan grande que el
universo se convertiría en un punto sin dimensiones y en consecuencia de
densidad infinita. La materia y la energía tal como las conocemos no existirían,
y las nociones de espacio y tiempo no tendrían sentido.


La idea de un universo confinado en un punto supera casi la imaginación humana;
los científicos lo denominan singularidad, un acontecimiento absolutamente
único. Correspondería al principio del universo, o al menos a un momento antes
del cual no es posible obtener información que tenga sentido. De manera que la
evidencia científica de un universo en expansión apunta a un universo con un
principio.




La radiación cósmica de fondo


En 1965, dos científicos de los Bell Laboratories que
trataban de poner en funcionamiento un potente nuevo radio receptor de
microondas veían obstaculizados sus esfuerzos por un molesto “parásito”. Arno
Penzias y Robert Wilson pensaron que habían encontrado la clave del problema
cuando descubrieron un nido de palomas en la enorme antena, pero la expulsión de
las aves no solucionó el problema del parásito. Continuaron investigando su
origen hasta encontrarlo, un hallazgo que les valió el Premio Nobel de Física de
1978.

Penzias y Wilson observaron que la misteriosa radiación de microondas procedía
de más allá de su receptor, de más allá de la tierra e incluso de más allá de
nuestra galaxia. Parecía como si todo el universo emitiese un leve “fulgor” de
radiación de microondas en cualquier dirección hacia la cual apuntasen su
antena.






Los fotones de la radiación de fondo cósmico corresponden a una temperatura
tremendamente baja, de tres grados por encima del cero absoluto.
Su descubrimiento, actualmente denominado radiación cósmica de fondo (que no
debe confundirse con los rayos cósmicos), parece ser el remanente diluido del
intenso calor y luz desprendidos en los momentos iniciales de la explosión
primordial.


Hoy en día, la presencia universal de ese fondo de radiación de microondas
convence a la mayoría de científicos de que el universo no sólo tuvo un
principio sino que dicho principio tuvo lugar en forma de una gigantesca
explosión o “Big Bang”.








El satélite COBE, acrónimo de su nombre en inglés COsmic Background Explorer
(explorador del fondo cósmico), proyecto dirigido por el astrofísico
estadounidense George Smoot, encontró las manchas esperadas en el fondo cósmico, las señales de las
fluctuaciones de densidad primigenias que serían las semillas primordiales para
la formación de las galaxias.






La teoría inflacionaria


de Alan Guth intenta explicar los primeros
instantes del Universo. Se basa en estudios sobre campos gravitatorios
fortísimos, como los que hay cerca de un agujero negro.

Supone que una fuerza única se dividió en las
cuatro que ahora conocemos, produciendo el origen al Universo.

El empuje
inicial duró un tiempo prácticamente inapreciable, pero fue tan violento que, a
pesar de que la atracción de la gravedad frena las galaxias, el Universo todavía
crece.

No se puede imaginar el Big Bang como la explosión de un punto de
materia en el vacío, porque en este punto se concentraban toda la materia, la
energía, el espacio y el tiempo. No había ni “fuera” ni “antes”. El espacio y el
tiempo también se expanden con el Universo.





La teoría del Big Bang


o gran
explosión, supone que, hace entre 12.000 y 15.000 millones de años, toda la
materia del Universo estaba concentrada en una zona
extraordinariamente pequeña del espacio, y explotó. La materia salió impulsada con gran energía en todas
direcciones.

Los choques y un cierto desorden hicieron que la materia se
agrupara y se concentrase más en algunos lugares del espacio, y se formaron las
primeras estrellas y las primeras galaxias. Desde entonces, el Universo continúa
en constante movimiento y evolución.

Esta teoría se basa en observaciones rigurosas y es matemáticamente correcta
desde un instante después de la explosión, pero no tiene una explicación para el
momento cero del origen del Universo, llamado “singularidad”.



E t a p a s
d e l a E v o l u c i ó n
Big BangDensidad infinita, volumen cero.
10
size=-2>-43
segs.
Fuerzas no diferenciadas
10
size=-2>-34
segs.
Sopa de partículas elementales
10
size=-2>-10
segs.
Se forman protones y neutrones
1 seg.10.000.000.000 º. Tamaño Sol
3 minutos1.000.000.000 º. Nucleos
30 minutos300.000.000 º. Plasma
300.000 añosÁtomos. Universo transparente
10
size=-2>6
años
Gérmenes de galaxias
10
size=-2>8
años
Primeras galaxias
10
size=-2>9
años
Estrellas. El resto, se enfría.
5×10
size=-2>9
años
Formación de la Vía Láctea
10
size=-2>10
años
Sistema Solar y Tierra


Algunos científicos siguen tratando de encontrar
evidencias de que el universo es eterno. Un modelo propuesto por Ernst Pik
sugiere que la “gran explosión” (Big Bang) fue en realidad un “gran rebote”,
(Big Bounce) y que el universo se contrae y expande como un acordeón. Según
Opik, el universo completaría un ciclo de expansión y contracción
aproximadamente cada cien mil millones de años. Entre los que se sienten
atraídos por la idea de un universo oscilante, que no necesita de ningún
principio, figuran divulgadores científicos como Carl Sagan e Isaac Asimov.


Recientemente, sin embargo, se ha demostrado que incluso si el universo
contuviera suficiente masa como para que su gravedad detuviera a la larga la
presente expansión y provocase una contracción, dicho colapso no produciría un
rebote. Así pues, parece que, o bien el universo se expande indefinidamente, o
sufre un único ciclo de expansión y contracción.


Si toda la evidencia de que actualmente se dispone
parece indicar que nuestro universo tuvo un inicio definido, cabe hacerse
multitud de preguntas: ¿De dónde procede el universo? ¿Qué existía antes de que
comenzara? ¿De dónde surgió la increíble energía para la conflagración cósmica
que supone el Big Bang? Puesto que las probabilidades de obtener evidencia
concreta de antes del Big Bang son escasas, la mayoría de científicos coinciden
con el geólogo Preston Cloud (“Cosmos, Earth and Man”, 1978) en que “tales
cuestiones trascienden los límites de la ciencia”.

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