Colisión de Asteroides

La teoría de la colisión de un asteroide, que fue propuesta por primera vez por Walter Álvarez a finales de la década del `70, relaciona el evento de la extinción con el final del Período Cretáceo, cuando un bólido impactó la Tierra hace aproximadamente 65.5 millones de años.
Alvarez propuso que un aumento repentino en los niveles de iridio se registró en el estrato rocoso terráqueo, lo que evidenciaba la realidad de tal impacto. Un bólido de entre 5 y 15 kilómetros habría golpeado la península de Yucatán creando el Cráter de Chicxulub, de 170 kilómetros de longitud, lo que provocó la extinción total.
Los científicos no están seguros de si los dinosaurios seguían viviendo o si se estaban extinguiendo antes del acontecimiento del impacto. Algunos proponen que el meteorito causó una caída larga y artificial en la temperatura atmosférica de la tierra, mientras otros manifiestan que habría generado una ola de calor inusual.


Aunque la velocidad de extinción no se puede deducir de los restos fósiles hallados, varios modelos sugieren que la extinción fue extremadamente rápida.
El consenso entre los científicos que apoyan esta teoría es que el impacto causó extinciones inmediatas (por el calor del impacto del meteorito) y también indirectamente (por el frío mundial generado cuando la materia expulsada del cráter reflejó la radiación térmica solar).
En septiembre del año 2007, los investigadores conducidos por William Bottke, del Instituto de Investigaciones del Soudoeste de Boulder, Colorado, así como científicos checos, utilizaron simulaciones en computadora para identificar la fuente probable del impacto de Chicxulub.
Calcularon una probabilidad del 90% de que un asteroide gigante llamado Baptistina (con un diámetro aproximado de 160 kilómetros) que se mueve en órbita alrededor del cinturón de asteroides uniendo Marte y Júpiter haya sido golpeado por un asteroide anónimo pequeño, de 55 kilómetros, hace 160 millones de años.
Tal impacto quebró a Baptistina, creando un racimo de asteroides que todavía hoy existe. Los cálculos indican que algunos de los fragmentos fueron enviados a las órbitas vecinas a la Tierra, una de las cuales era el meteorito de 10 kilómetros de ancho que impactó contra la península de Yucatán, en México, hace 65 millones de años, creando el cráter de Chicxulub.
Los investigadores también calcularon una probabilidad del 70% de que un fragmento haya colisionado contra la luna, creando el cráter de Tycho.
Philippe Caléis, de la Universidad de Vrije, en Bruselas, indicó que los resultados eran "evidencia clara de que el Sistema Solar es un ambiente violento, y que las colisiones que ocurren en el cinturón de asteroides pueden tener repercusiones importantes para la futura evolución de la vida en la Tierra”.

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