Mandriles en peligro
El mandril (Mandrillus sphinx) acaba de entrar en la Lista Roja de especies en peligro de extinción de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) con la categoría de “vulnerable”. Estos habitantes de los bosques tropicales de África conocidos por sus rostros de brillantes colores, se enfrentan a la extinción, debido sobre todo a la caza.
© Tomoaki Nakano
Los mandriles son conocidos por los colores llamativos en la cara de los machos (naranja dorado, rojo carmín, azul, plateado...), que se vuelven más intensos en momentos de excitación sexual.
Omnívoros y apasionados por la fruta, los mandriles son semiterrestres, y pasan gran parte de su vida a más de 5 metros del suelo. Recientemente, científicos de la Universidad de Durham, en el Reino Unido, filmaron al mandril en el momento en el que pelaba una rama y después la usaba para limpiarse las uñas de los pies, demostrando así que utilizan deliberadamente herramientas.
Estos primates alcanzan una altura de hasta 80 centímetros, tienen la cabeza grande, y pueden tanto trepar a los árboles como andar a cuatro patas. Los colmillos, sobre todo en los machos adultos, son largos, fuertes y puntiagudos. Suelen mostrarlos cuando bostezan. Y se ha demostrado que, igual que para los humanos, para los mandriles el bostezo es muy contagioso.
© Tomoaki Nakano
Los mandriles son conocidos por los colores llamativos en la cara de los machos (naranja dorado, rojo carmín, azul, plateado...), que se vuelven más intensos en momentos de excitación sexual.
Omnívoros y apasionados por la fruta, los mandriles son semiterrestres, y pasan gran parte de su vida a más de 5 metros del suelo. Recientemente, científicos de la Universidad de Durham, en el Reino Unido, filmaron al mandril en el momento en el que pelaba una rama y después la usaba para limpiarse las uñas de los pies, demostrando así que utilizan deliberadamente herramientas.
Estos primates alcanzan una altura de hasta 80 centímetros, tienen la cabeza grande, y pueden tanto trepar a los árboles como andar a cuatro patas. Los colmillos, sobre todo en los machos adultos, son largos, fuertes y puntiagudos. Suelen mostrarlos cuando bostezan. Y se ha demostrado que, igual que para los humanos, para los mandriles el bostezo es muy contagioso.
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