Descubren una nueva especie de dinosaurio en la Patagonia

Científicos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) encontraron el esqueleto de un dinosaurio bautizado “Eoabelisaurus mefi” en el cerro Cóndor, Chubut, en el marco de una campaña llevada adelante en 2009 y 2010.







La novedad que se revela luego de este hallazgo, que se publica hoy en la revista Proceedings of the Royal Society of London, es la antigüedad de este ejemplar que vivió hace 170 millones de años.
Se trata de un pariente lejano de Abelisauridae, la familia de carnívoros más característica y abundante del hemisferio sur durante el Cretácico, la última etapa de la era de los dinosaurios, entre hace 145 y 65 millones de años. “El individuo encontrado, por lo tanto, es 50 millones de años más viejo que sus predecesores”, indica un comunicado de Conicet.
Diego Pol, investigador de Conicet en el Museo Paleontológico “Egidio Feruglio” (MEF) de Trelew, dirigió la parte del proyecto orientada a restos animales, explica:“Este hallazgo indica que el origen de los abelisáuridos es anterior a lo que se pensaba, ya que nunca se habían encontrado restos tan antiguos”.
Además, sostiene que el esqueleto pertenece al Jurásico –etapa anterior al Cretácico-, y representa una valiosa evidencia de los pasos evolutivos.
“Los abelisáuridos tenían un cráneo corto y alto, con cuernos en algunas especies, y brazos y manos diminutas. En el Eoabelisaurus mefi vemos solamente las manos pequeñas, porque los brazos todavía son largos, y la cabeza también es distinta. Esto nos hace pensar que las características de este animal cambiaron en algún momento, y ahora nos preguntamos por qué”, apunta el especialista.
El comunicado de Conicet también destaca que hasta el presente, todos los restos de la familia Abelisauridae habían sido hallados en África y otras partes de Sudamérica, pero ninguno superaba los 100 millones de años de antigüedad.
Tampoco se había encontrado un esqueleto tan completo, teniendo en cuenta que al nuevo hallazgo sólo le falta la parte anterior del cráneo.
El hecho de encontrar registros sólo en la mitad sur del planeta hacía pensar a los científicos que la especie hubiera surgido luego de la división del supercontinente Pangea en Gondwana (sur) y Laurasia (norte). Pero este descubrimiento echa por tierra esa posibilidad, ya que el Eoabelisaurus mefi vivió antes de la separación continental. De este modo, se refuerza otra hipótesis según la cual existió un gigantesco desierto entre los hemisferios que funcionó como una barrera biogeográfica, es decir, un impedimento para la dispersión de las especies de un lado al otro.
Esta campaña contó con el apoyo de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (APCyT) y la Fundación Alemana de Investigación (DFG, por sus siglas en alemán).

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